lunes, 7 de diciembre de 2015

ROSA GALLEGO DEL PESO EXPONE EN EL DISTRITO DE RETIRO EN EL CENTRO CULTURAL

       

 PRIMERA EXPOSICIÓN INDIVIDUAL CONTRA LA VIOLENCIA DE        GÉNERO POR EL AYUNTAMIENTO DE MADRID

Unas fotografías artísticas llenan el espacio de la exposición con el hilo conductor de denuncia de este hecho y también se exponen dos casos de niños y niñas asesinados  a manos de sus padres  respectivos, como forma de extorsión a la mujer.

Este año han muerto 48 mujeres en España por violencia de género y los hombres que se han suicidado al consumarlo, 11.  En  2004   fueron 72 mujeres que perdieron la vida a manos de sus parejas.  Se aprecia una clara bajada en este delito según aparece en las estadísticas del Instituto de la Mujer del 2015. Aunque se  han recibo dos mil llamadas  en este año pidiendo ayuda por este tema.     La violencia de género levanta mucha polvareda, porque toca fondo en la intimidad de la convivencia  que, en estos casos, acaba en tragedia.    

     Con  estos sucesos, se levanta el telón  sobre la opresión que sufren las mujeres y  los hombres por el afán de dominio de uno sobre el otro y de roles mal entendidos entre otras circunstancias diversas como puede ser algún tipo de enfermedad mental u otras sin definir.




 Es interesante hacer una breve introducción al tema en busca de la causa de estos dramas.

 La mujer y el hombre están llamados a convivir de una manera armoniosa y sana.  Ambos se necesitan y  juntos, forman una familia. La mayoría de las personas buscan vías  distintas para solucionar las diferencias que surgen, siempre, en toda forma de convivencia.
La lucha por el poder que subsiste entre el hombre y la mujer es una tentación sutil que nos destruye  a ambos.  ¿Porqué no sustituirla por la Armonía que consiste en  dar cada uno al otro lo mejor de sí mismo?
  La sociedad actual ha cambiado de forma vertiginosa.  Un factor decisivo para el cambio ha sido la incorporación de la mujer al mercado laboral. En España ésta se produce de forma masiva a partir de 1972.  En 2011 nuestro país contaba ya con un 50,7% de población femenina en dicha situación, muy cercana a la media europea del 59,8% según fuentes de Eurostat.

 Una Comunicación adecuada es un factor de prevención
  La dependencia mutua, por amor, de ambos cónyuges se elige de forma voluntaria. Es verdad, que con el tiempo las personas cambian y se va acumulando “la lista  de ofensas “en el seno de la convivencia, si no se encuentra la forma de darles cauce. Nuestro estilo de familia dependerá en gran parte de cómo resolvamos estos conflictos. Si se llega al perdón de las ofensas y ambos cónyuges buscan la felicidad mutua, todo es más fácil. Otra cuestión decisiva para la armonía conyugal es cómo se toman las decisiones en los distintos aspectos de la vida en común: decidir sobre el manejo del dinero, las vacaciones, el número de hijos, los colegios, etc. Lo sano es tomarlas de forma consensuada  y que ninguno de los dos se sienta ninguneado por el otro.


     ¿Cómo se llega a enrarecer  tanto el clima de comunicación entre un hombre y una mujer
  Es una cuestión que  preocupa  toda la sociedad porque termina en drama. La prevención es fundamental en este tipo de relación entre la mujer y el hombre. No es un asunto fácil pero no imposible, cómo lo demuestra  José Luis Graña, catedrático de Psicología clínica en su programa de intervención que lleva a cabo desde hace varios años en la Universidad Complutense  con maltratadores y que, según él: “todo lo que se aprende, se puede desaprender” incluso a agredir. Aunque reconoce que nada hay infalible.

 Nos metemos de lleno en la exposición

    

-  Rosa nos cuenta que ha trabajado mucho y que le ha resultado difícil porque el tema es complicado

   Se la ve expectante.En La exposición tiene un hilo conductor que empieza con la fotografía de unas “Rosas  Envenenadas”
   Acapara la atención las dos tumbas negras y con una cruz roja en medio. Se produce un cierto silencio y sobrecoge el ánimo.
Rosa Gallego del Peso

   ROSA LOGRA PROFUNDIDAD EN LA EXPRESIÓN DE LAS EMOCIONES SIN LLEGAR A LO MORBOSO
  La exposición está montada sobre fotografías realizadas con gran imaginación y Arte.  El interés de Rosa por la fotografía empezó en 1987. Consigue una beca  de Arte en 1998/03 impartida por el maestro Luis Crespo Ordoñez (Cuenca/Ecuador. 1904/2004 Madrid. España).  La artista realizó un exhaustivo trabajo sobre las vanguardias  en Nueva York desde 1952 y  escuchó en boca del maestro Luis Crespo,  las ideas de Henry Matisse con el que le unía gran amistad.
Dos tumbas acaparan el centro de la exposición
Rosa hizo su primera exposición en 1980 y ha estado representada en importantes exposiciones a nivel internacional como internacional, según leemos en su catálogo de esta exposición: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Casa de la Moneda y Timbre, diseño publicitario con motivo del centenario de la Asociación Española de Pintores y Escultores... Un largo recorrido que avala su presencia en esta exposición.
  
  Para Rosa la fotografía es “un instante único y generador de ideas”.
 En varias de su fotografía la artista aparece velada por un film transparente y con gestos de horror, angustia... Ella nos cuenta que es un tema muy delicado y no es plato de gusto estar detrás de todas esas fotografías.
  Esta mujer ha trabajado duro y ha logrado mucho: Ha sido ocho años Vicepresidenta de la AEPE; Miembro del “Grupo Pro Arte y Cultura” donde ejerce como Comisaria, Coordinadora y Fotógrafa. Entre otras cosas más pertenece al grupo feminista “Generando Arte” Y, como era de esperar, cuenta con prestigiosos premios en su currículo. Premio Extraordinario Reina Sofía, AEPE, Premio Ayuntamiento de Madrid Área de las Artes y un largo etc. Su última participación ha sido en el Salón de Otoño del  Principado de Mónaco en 2015






  En una esquina de la sala, Rosa ha dejado muchas tarjetas para que los asistentes a la exposición pongan los comentarios que les parezcan oportunos.

    Nos despedimos de este pedazo de artista, que rezuma ideas  y es una gran suerte contar con ella.

Ángela Palomeque











  




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